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Christo, Latas y Botellas Envueltas, 1958-59 |
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Jeff Koons, Tres Pelotas en Perfecto Equilibrio en el Tanque, 1985 |
¿Por qué la gente -algunas personas- gastan miles de euros en decorar sus casas y jardines y hacerlas a su gusto, y sin embargo, apenas ponen atención al arte que pueden adquirir? Los cuadros, esculturas, etc. les rodearán en sus casas durante años, y sin embargo parece no importarles ser selectivos, buscar piezas que les gusten, visitar galerías, etc. Se limitan a rellenar la pared vacía...una pena. Por supuesto no hablo de la mayoría de los mortales que no pueden permitirse acceder al mercado del arte, pero hay miles de pintores dispuestos a vender y desgraciadamente no se les presta atención. Gracias por responder. Julia, Valencia, España
Estimada Julia, para tener una colección de arte sea del tamaño que sea, la persona tiene que educarse y comprar objetos de arte que le gusten mucho. Algunas buenas galerías cumplen la función de educar a sus clientes para que ellos compren lo que más les gusta y se vayan contentos con su adquisición porque se supone es para toda la vida. Hay la posibilidad de que algunas personas han comprado arte para decir que saben de arte, o que tienen un gusto exclusivo sin importar lo que compran, o solo para llenar las paredes, como dices tú.
Es verdad que se puede comprar buen arte de artistas en formación que tienen potencial, por menos de 2,000 euros. Lo principal es encontrarlos cuando son jóvenes. Christo a los 25 años ya hacia sus empaquetados y ahora esos mismos objetos valen millones de dólares. Jeff Koons hizo la obra Tres Pelotas en Total Equilibrio cuando tenía 30 años y esa obra ahora cuesta muchos millones de dólares. Igualmente Jean Michel Basquiat vendió obras en $10,000 US a los 21 años y 6 años después costaban $250,000, una vez murió a los 27 años. La Pequeña Silla Eléctrica de Warhol fue vendida en $1,800 US en 1964 y esa misma obra fue vendida en 2.3 millones de dólares en 2001 en Sotheby’s en Londres. Igualmente, un retrato de Warhol que se vendió en $20,000 US se remató en 32.6 millones de dólares en 2010. Fernando de Szyszlo vendió una obra en $3,000 US en 1969 y ésta se vendió en Christie’s este año en $182,500 US. El arte es la mejor inversión que uno puede hacer, pero necesitas conocimiento y buen ojo.
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Jean Michel Basquiat, Africanos de Hollywood, 1983 |
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Andy Warhol, Silla Electrica, 1964 |
Conversé con un gran coleccionista, Armando A., y me hablo de su colección. “En mis casas las obras de arte lo son todo, es el elemento central y todo gira alrededor de ellas. Lo que también es cierto, que mi colección opera fuera de las paredes o casas, pues la cantidad de obra está en depósitos y documentada en archivos digitales; el espacio físico es un problema y de allí que el espacio de una colección es siempre mental”. ¿Te puedes imaginar Julia, no tener más paredes para poner obras? Yo no tengo ese problema felizmente.
Le pregunté a otro gran coleccionista de fotografía, Luis G., y me dijo, “Hay gente que tiene dinero pero no necesariamente han desarrollado un gusto por el arte. Algunas personas piensan que tener dinero es sinónimo de gusto o conocimiento. Algunos más inteligentes recuren a compradores de arte (curadores), que compran a su gusto para sus clientes indicándole lo más reciente del arte o lo que pueda estar dentro del estilo de vida de su cliente. Otros, piensan que comprar caro es sinónimo de gusto. Hay personas que tiene horror al vacío y tienen los recursos para llenar las paredes de su casa de arte y piensan que ya son coleccionistas o tienen una gran colección. El gusto es algo que se adquiere y se educa. El dinero no necesariamente hace a un buen coleccionista pero ayuda mucho en el proceso de adquisición. Dinero puesto en manos conocedoras puede ser más productivo que en manos ignorantes o desconocedoras. En mi caso, mi colección es parte de mi vida. La investigación, el estudio y conocimiento de las obras que adquiero dan un valor añadido a la misma y a la experiencia de adquirir”.
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Ramon Agosto, Suoideos Taurus Ovibus, 2002 |
Fernando de Szyszlo, Inkarri, 1968 |
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Erick Sanchez, Hoy Voy a Descubrirte, 2008 |
Otro coleccionista, Gonzalo C., nos dice, “Nuestra colección tiene la importancia que nosotros le damos, así como reza el dicho “todo depende del color del cristal con que se mira.” Las cosas, como los cuadros y otras obras de arte que hemos ido adquiriendo en diferentes momentos de nuestras vidas, reflejan la comunión que sentimos ante ese objeto que nos atrajo y nos estimuló emociones. Si tuvimos la suerte de adquirirlos, los disfrutamos cada vez que los vemos y recordamos el viaje o las circunstancias particulares que los rodean. Nuestra colección es ecléctica, pero enfatiza artistas jóvenes, sobre todo aquellos talentos que no tienen acceso a las pocas galerías conocidas o al marketing que les correspondería. Intentamos comprar cosas que transmitan la pasión y originalidad de cada artista. Además de oleos, buscamos esculturas y otros objetos singulares, tanto antiguos como modernos. Evitamos los artistas sobre-expuestos o excesivamente comerciales y que han dejado de crear con pasión profunda y original”.
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Gonzalo Endara Crow, Sin Título, 1987 |
Julia, quería que te des cuenta cómo piensan los grandes coleccionistas y que aprendas de su experiencia. Es verdad lo que dices, que hay miles de artistas dispuestos a vender por menos de 1,000 Euros, pero hay que buscar bien, y eso no es tarea fácil porque hay que tener conocimiento del mercado y encontrar los buenos artistas cuando son jóvenes.
Espero mi respuesta haya despejado tus dudas.
Augusto Chimpén